Cuando una mujer deja de tener períodos menstruales de forma permanente, ha alcanzado la etapa de la vida llamada menopausia. A menudo llamado el cambio de vida, esta etapa marca el final de la capacidad de una mujer para tener hijos. Muchos proveedores de atención médica utilizan el término menopausia para referirse al período de tiempo en el que los niveles hormonales de una mujer comienzan a cambiar. Se dice que la menopausia está completa cuando los períodos menstruales han cesado durante un año continuo.
La fase de transición antes de la menopausia a menudo se denomina perimenopausia. Durante este tiempo de transición antes de la menopausia, el suministro de óvulos maduros en los ovarios de la mujer disminuye y la ovulación se vuelve irregular. Al mismo tiempo, disminuye la producción de estrógeno y progesterona. Es la gran caída en los niveles de estrógeno la que causa la mayoría de los síntomas de la menopausia.
¿Cuándo ocurre la menopausia?
Aunque la edad promedio de la menopausia es de 51 años, la menopausia puede ocurrir en cualquier momento desde los 30 hasta mediados de los 50 o más tarde. Las mujeres que fuman y tienen bajo peso tienden a tener una menopausia más temprana, mientras que las mujeres que tienen sobrepeso a menudo tienen una menopausia más tardía. Generalmente, una mujer tiende a tener la menopausia aproximadamente a la misma edad que su madre.
La menopausia también puede ocurrir por razones distintas a las naturales. Éstos incluyen:
Menopausia prematura. La menopausia prematura puede ocurrir cuando hay insuficiencia ovárica antes de los 40 años. Puede estar asociada con el tabaquismo, la exposición a la radiación, los medicamentos quimioterapéuticos o la cirugía que afecta el suministro de sangre al ovario. La insuficiencia ovárica prematura también se denomina insuficiencia ovárica primaria.
Menopausia quirúrgica. La menopausia quirúrgica puede seguir a la extirpación de uno o ambos ovarios, o la radiación de la pelvis, incluidos los ovarios, en mujeres premenopáusicas. Esto resulta en una menopausia abrupta. Estas mujeres suelen tener síntomas de la menopausia más graves que si tuvieran la menopausia de forma natural.
¿Cuáles son los síntomas de la menopausia?
Estos son los síntomas más comunes de la menopausia. Sin embargo, cada mujer puede experimentar los síntomas de manera diferente. Algunos tienen pocos síntomas y menos graves, mientras que otros tienen síntomas más frecuentes y estresantes. Los signos y síntomas de la menopausia pueden incluir:
Sofocos
Los sofocos o sofocos son, con mucho, el síntoma más común de la menopausia. Aproximadamente el 75% de todas las mujeres tienen estos aumentos repentinos, breves y periódicos de la temperatura corporal. Por lo general, los sofocos comienzan antes del último período de la mujer. Para el 80% de las mujeres, los sofocos ocurren durante 2 años o menos. Un pequeño porcentaje de mujeres experimenta sofocos durante más de 2 años. Estos destellos parecen estar directamente relacionados con la disminución de los niveles de estrógeno. Los sofocos varían en frecuencia e intensidad para cada mujer.
Además del aumento de la temperatura de la piel, un sofoco puede provocar un aumento de la frecuencia cardíaca de la mujer. Esto provoca una transpiración repentina cuando el cuerpo intenta reducir su temperatura. Este síntoma también puede ir acompañado de palpitaciones y mareos.
Los sofocos que ocurren durante la noche se denominan sudores nocturnos. Una mujer puede despertarse empapada en sudor y tener que cambiarse la ropa de dormir y las sábanas.
Atrofia vaginal
La atrofia vaginal es el secado y adelgazamiento de los tejidos de la vagina y la uretra. Esto puede provocar dolor durante las relaciones sexuales, así como vaginitis, cistitis e infecciones del tracto urinario.
Relajación de los músculos pélvicos.
La relajación de los músculos pélvicos puede provocar incontinencia urinaria y también aumentar el riesgo de que el útero, la vejiga, la uretra o el recto sobresalgan hacia la vagina.
Efectos cardiacos
Los mareos intermitentes, una sensación anormal, como entumecimiento, picazón, hormigueo y / o aumento de la sensibilidad, palpitaciones cardíacas y ritmo cardíaco acelerado pueden aparecer como síntomas de la menopausia.
Crecimiento del cabello
El cambio de hormonas puede hacer que algunas mujeres tengan un aumento del vello facial o una disminución del cabello en el cuero cabelludo.
Salud mental
Si bien comúnmente se piensa que la salud mental puede verse afectada negativamente por la menopausia, varios estudios han indicado que las mujeres menopáusicas no sufren más ansiedad, depresión, ira, nerviosismo o sentimientos de estrés que las mujeres de la misma edad que todavía están menstruando. Los síntomas psicológicos y emocionales de fatiga, irritabilidad, insomnio y nerviosismo pueden estar relacionados con la falta de estrógeno, el estrés del envejecimiento y los roles cambiantes de la mujer.
¿Qué puedo hacer con los sofocos en la menopausia?
Los sofocos ocurren por una disminución en los niveles de estrógeno. En respuesta a esto, sus glándulas liberan cantidades más altas de otras hormonas que afectan el termostato del cerebro, lo que hace que la temperatura de su cuerpo fluctúe. Se ha demostrado que la terapia hormonal alivia parte de la incomodidad de los sofocos en muchas mujeres. Sin embargo, la decisión de comenzar a usar estas hormonas debe tomarse solo después de que usted y su proveedor de atención médica hayan evaluado su relación riesgo versus beneficio.
Algunas sugerencias prácticas para hacer frente a los sofocos de la menopausia incluyen:
- Vístase en capas para poder quitarse la ropa cuando comience un sofoco.
- Evite alimentos y bebidas que puedan causar sofocos, como comidas picantes, alcohol, café, té y otras bebidas calientes.
- Beba un vaso de agua fría o jugo de frutas cuando comience un sofoco.
- Reduzca su nivel de estrés. El estrés puede empeorar los sofocos.
- Mantenga un termo con agua helada o una bolsa de hielo al lado de su cama durante la noche.
- Use sábanas de algodón, lencería y ropa que permita que su piel respire.
- Lleve un diario o un registro de sus síntomas para encontrar qué podría desencadenar sus sofocos.
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