Ecografía mamaria: qué es, para qué sirve y cuándo se complementa con la mamografía
Cuando aparece un “bultito” en el pecho, hay dolor mamario o simplemente toca hacerse un control, muchas mujeres se preguntan:
- ¿Me sirve más la mamografía o la ecografía?
- ¿La ecografía puede reemplazar a la mamografía?
- ¿La compresión de la mamografía es peligrosa?
- ¿Es seguro hacer estos exámenes en embarazo o lactancia?
En esta guía respondemos estas preguntas con lenguaje simple, explicando el rol de cada examen y cómo se usan en conjunto. Está pensada para pacientes que se atienden en Viña del Mar y la Región de Valparaíso, y forma parte de nuestro servicio de ecografías en Viña del Mar.
¿Qué es la ecografía mamaria?
La ecografía mamaria es un examen de imagen que utiliza ultrasonido: ondas de sonido de alta frecuencia que el oído humano no percibe. El equipo envía estas ondas al tejido de la mama y la axila y recibe el eco de regreso; un computador transforma esa información en imágenes en tiempo real.
- No usa rayos X ni radiación ionizante.
- No deja “restos” en el cuerpo ni afecta la fertilidad.
- Se puede repetir las veces que el médico estime necesarias.
Durante el examen, el profesional aplica un gel transparente sobre la piel y desplaza un transductor (una especie de “sensor”) sobre la mama y la axila mientras observa las imágenes en la pantalla.
¿Para qué sirve la ecografía mamaria?
La ecografía mamaria se usa sobre todo como examen diagnóstico, es decir, cuando ya hay un motivo concreto para estudiar la mama. Entre sus usos principales:
1. Estudiar un bultito o nódulo palpable
Si la paciente siente un bultito, la ecografía ayuda a diferenciar si se trata de:
- un quiste lleno de líquido, habitualmente benigno, o
- una lesión sólida, que requiere una evaluación más detallada.
En mujeres jóvenes (menores de 30–35 años), la ecografía suele ser el primer examen de imagen cuando aparece un bulto o dolor localizado.
2. Complementar la mamografía
En mujeres mayores de 40 años o en controles de rutina, el examen base suele ser la mamografía. La ecografía se agrega cuando:
- la mamografía muestra un hallazgo que hay que caracterizar mejor,
- la paciente tiene mamas densas, donde algunas lesiones pueden “camuflarse” en la mamografía,
- existe un bultito palpable aunque la mamografía se vea normal.
3. Guiar procedimientos
La ecografía permite ver la aguja en tiempo real mientras el médico realiza:
- punciones para vaciar quistes molestos,
- biopsias para obtener muestras de tejido de una zona sospechosa.
Esto aumenta la precisión y reduce el riesgo de pinchar un área equivocada.
4. Evaluar la mama en embarazo y lactancia
En embarazo y lactancia, la ecografía es el examen de elección para estudiar dolor, bultos o signos de inflamación (por ejemplo, mastitis), ya que no utiliza radiación y se considera segura en estas etapas.
5. Controlar patologías benignas conocidas
También se utiliza para seguir en el tiempo quistes, fibroadenomas u otras lesiones benignas cuando el médico decide hacer controles periódicos.
Mamografía vs ecografía: ¿se reemplazan o se complementan?
Una de las dudas más frecuentes es si la ecografía puede sustituir a la mamografía. La respuesta corta es:
No se reemplazan: se complementan. Cada una cumple un rol distinto.
Mamografía: la base del screening
La mamografía utiliza rayos X en dosis bajas para obtener imágenes de la mama desde distintos ángulos. Es el examen que ha demostrado disminuir la mortalidad por cáncer de mama cuando se usa de manera periódica en mujeres de cierta edad.
- En general, se recomienda comenzar el screening mamográfico alrededor de los 40 años, con una frecuencia anual o bienal, según el país y el riesgo individual.
- En mujeres de mayor edad, la mamografía mejora su rendimiento porque el tejido suele ser menos denso.
Ecografía mamaria: el “zoom” de detalle
La ecografía no está pensada como reemplazo del screening mamográfico en población general, sino como:
- Examen inicial en mujeres jóvenes sintomáticas (por ejemplo, menores de 30–35 con un bulto palpable).
- Complemento cuando la mamografía muestra algo que hay que aclarar.
- Herramienta útil en mamas densas, donde puede detectar lesiones que la mamografía no ve, a costa de generar más hallazgos que luego se comprueban como benignos.
Una forma sencilla de explicarlo a las pacientes es:
La mamografía traza el mapa completo; la ecografía hace zoom sobre las zonas que hay que mirar con lupa.
Mamas densas, embarazo, lactancia e implantes
Mamas densas
Las mamas densas tienen más tejido glandular y menos grasa. En la mamografía, tanto el tejido denso como muchos tumores aparecen blancos, lo que puede reducir la sensibilidad del examen.
En estos casos, el médico puede:
- mantener el screening con mamografía (idealmente con tecnologías como tomosíntesis 3D, cuando está disponible), y
- agregar ecografía como complemento, u otras técnicas según el riesgo individual.
Embarazo y lactancia
- La ecografía es el examen de primera línea porque no tiene radiación y ofrece buena información en tejido mamario cambiante.
- La mamografía no está contraindicada si realmente se necesita; las dosis son bajas y se usan protecciones adecuadas. Se reserva para casos en que el beneficio supera claramente el riesgo.
Implantes mamarios
Las mujeres con implantes pueden hacerse mamografía con proyecciones especiales que desplazan el implante para ver mejor el tejido. A menudo se complementa con ecografía para:
- revisar áreas específicas alrededor del implante,
- evaluar bultos o síntomas localizados,
- ayudar a distinguir entre cambios propios del implante y lesiones del tejido mamario.
Diagrama de decisión práctico: edad, síntomas, densidad → examen
Este esquema no reemplaza la evaluación médica, pero ayuda a entender por qué el equipo de salud recomienda uno u otro examen en situaciones frecuentes.
Punto de partida:
- ¿Tengo síntomas? (bulto, dolor localizado, cambios en la piel, secreción por el pezón)
- ¿Qué edad tengo?
- ¿Me han dicho que tengo mamas densas?
- ¿Estoy embarazada, en lactancia o tengo implantes?
1. Mujer menor de 30–35 años
- Con bulto o dolor localizado
→ Habitualmente ecografía mamaria como primer examen.
→ Si el hallazgo lo amerita, se puede sumar mamografía o biopsia. - Sin síntomas y sin alto riesgo
→ No suele indicarse screening de rutina con imágenes; se prioriza el control clínico.
2. Mujer de 35 a 39 años
- Con bulto o signos de alarma
→ Puede partir con ecografía y, según el caso, agregar mamografía diagnóstica. - Sin síntomas pero con alto riesgo (fuerte antecedente familiar, mutaciones genéticas conocidas, etc.)
→ El especialista define un plan individualizado que puede incluir mamografía precoz, resonancia u otros estudios.
3. Mujer de 40 a 74 años sin síntomas
- Riesgo promedio
→ Se recomienda mamografía periódica (anual o bienal) como examen principal de screening. - Mamas densas
→ Se mantiene el screening con mamografía y, según el criterio médico, se puede sumar ecografía complementaria u otras técnicas avanzadas.
4. Mujer de 40+ con síntomas (bulto, retracción de piel, secreción, etc.)
- Ruta habitual
→ Mamografía diagnóstica + ecografía mamaria, realizadas en la misma visita si es posible.
→ Según el resultado, se decide control, nuevos estudios o biopsia.
5. Embarazo o lactancia (cualquier edad)
- Dolor, bulto o cambios en la piel
→ Ecografía mamaria como primera opción.
→ Si hay hallazgos sospechosos, el médico puede solicitar mamografía con protección abdominal y otros estudios.
6. Pacientes con implantes
- Screening sin síntomas (edad de screening)
→ Mamografía con proyecciones especiales para implantes.
→ En muchos casos se añade ecografía complementaria. - Con síntomas (bulto, dolor, cambios del implante)
→ Combinación de mamografía diagnóstica + ecografía, y eventualmente otras técnicas.
Si tienes dudas sobre qué examen te corresponde, puedes revisarlo con tu médico tratante o en nuestra página de ecografías en Viña del Mar.
Cómo prepararte para cada examen
Preparación para mamografía
- Intenta agendarla en los días 7–10 del ciclo, cuando las mamas suelen estar menos sensibles.
- El día del examen, no uses desodorante, talco ni cremas en axilas ni pecho: algunos productos pueden generar sombras en la imagen.
- Si tienes estudios previos (mamografías, ecografías o resonancias), llévalos para comparación.
- La compresión puede resultar molesta, pero:
- mejora la calidad de imagen,
- reduce el solapamiento de tejidos,
- permite usar menor dosis de radiación.
- mejora la calidad de imagen,
Hablar con el tecnólogo o tecnóloga si sientes mucho dolor ayuda a ajustar la compresión de forma gradual.
Preparación para ecografía mamaria
- No requiere ayuno ni suspender medicamentos.
- Lo ideal es acudir con ropa de dos piezas, para descubrir solo la parte superior.
- El gel puede sentirse frío, pero no tiene efectos en la piel.
- El examen suele durar entre 10 y 20 minutos dependiendo del caso.
Mitos frecuentes sobre mamografía y ecografía (y qué dice la evidencia)
Mito 1: “La ecografía reemplaza por completo a la mamografía”
Realidad:
En mujeres de 40 años o más, la mamografía sigue siendo la base del screening que ha demostrado reducir la mortalidad por cáncer de mama.
La ecografía puede detectar algunos cánceres adicionales, sobre todo en mamas densas, pero también genera más hallazgos que luego resultan ser benignos. Por eso se usa como complemento y no como sustituto.
Mito 2: “La compresión de la mamografía puede ‘romper’ un tumor o diseminar el cáncer”
Realidad:
No hay evidencia de que la compresión mamográfica haga que un cáncer se rompa y se propague.
Los equipos de mamografía están diseñados para aplicar una presión suficiente para mejorar la imagen, pero dentro de rangos seguros.
La compresión:
- estabiliza el tejido para evitar imágenes borrosas,
- reduce el grosor de la mama (menos dosis de radiación),
- separa estructuras que podrían ocultarse unas a otras.
Puede ser incómoda, pero es una parte importante del examen, no un riesgo añadido.
Mito 3: “Una sola mamografía aumenta mucho mi riesgo de cáncer por radiación”
Realidad:
La dosis de radiación de una mamografía es baja, similar a la que recibimos de la radiación ambiental en un período acotado de tiempo.
En mujeres en edad de screening, el beneficio de detectar un cáncer de mama a tiempo supera con creces el posible riesgo teórico de la radiación.
Mito 4: “Si no siento ningún bulto, no necesito mamografía ni ecografía”
Realidad:
Muchos cánceres de mama no dan síntomas en etapas iniciales.
La idea del screening es precisamente detectar cambios antes de que aparezca un bulto palpable o síntomas avanzados. En mujeres de riesgo promedio, la mamografía periódica es la herramienta principal de detección precoz; la ecografía se reserva para casos seleccionados.
Mito 5: “La ecografía es peligrosa en embarazo o lactancia”
Realidad:
La ecografía usa ultrasonido, no radiación ionizante, y se considera segura en embarazo y lactancia. Por eso es el examen de primera línea ante bultos o dolor mamario en estas etapas.
Cuando realmente se necesita una mamografía durante el embarazo, se hace con protección y siguiendo criterios estrictos.
Preguntas frecuentes
¿La ecografía se puede hacer en el mismo día que la mamografía?
Sí. De hecho, es muy habitual realizar mamografía y ecografía mamaria en la misma visita cuando el médico quiere complementar la información o hay un síntoma que requiere estudio completo.
¿Quién interpreta los resultados?
Las imágenes las revisa un médico radiólogo o imagenólogo, que emite un informe describiendo los hallazgos y orientando los pasos siguientes: control, nuevos exámenes o biopsia, si corresponde.
¿Cada cuánto debo hacerme estos exámenes?
Depende de tu edad, antecedentes familiares y evaluación clínica. Tu médico tratante te indicará la frecuencia adecuada para tu caso.
Conclusión: mamografía para el mapa, ecografía para el zoom
La mamografía es la herramienta principal para detectar de forma precoz el cáncer de mama en mujeres de cierta edad. La ecografía mamaria permite estudiar con detalle bultos y cambios específicos, es clave en mujeres jóvenes, embarazadas o con mamas densas y actúa como un complemento fundamental, no como sustituto.
Si tienes un bultito, dolor, cambios en la piel o simplemente te corresponde un control, lo más importante es no postergarlo y consultar con tu médico, que indicará el examen más adecuado para tu caso.
En BestMed contamos con servicio de imagenología y ecografía mamaria en Viña del Mar, equipos de última generación y un equipo médico especializado para acompañarte desde la indicación del examen hasta la entrega de resultados.
Desde nuestra página puedes agendar tu examen o revisar más información sobre nuestras ecografías en Viña del Mar.


